Fuente imagen: The Glass Ceiling, Illustration for an editorial article titled The Future of Women by Abominatron en FlickrTodos sabemos que es el techo de cristal, la barrera invisible que estanca a las mujeres al llegar a un determinado momento de su desarrollo profesional.
Está provocado por multitud de causas: prejuicios empresariales sobre la capacidad de las mujeres para desempeñar puestos de responsabilidad, su disponibilidad laboral ligada a la maternidad y a las responsabilidades familiares y domésticas, la discriminación salarial, el mobbing ejercido por algunos compañeros de profesión, etc.
Ante la escasez de políticas de conciliación en las empresas o la vivencia del techo de cristal, muchas directivas abandonan la empresa.
En los tiempos que corren ¿España se puede permitir el abandono de la actividad empresarial de personas extremadamente formadas y valiosas?
Las mujeres no entienden como pese a sus reconocidos méritos no logra promocionarse, mientras sus colegas masculinos escalan puestos a una velocidad asombrosa. Según datos de la Comisión Europea, los hombres tienen el doble de posibilidades de lograr puestos de gestión, y más del triple de acceder a cargos superiores de dirección.
Nos encontramos ante las mujeres mejor preparadas y con más nivel cultural de la historia.
¿No es hora de impulsar políticas que nos permitan beneficiarnos de todo talento de las mujeres ejecutivas?
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